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Riqueza y compasión


En un artículo en Scientific American, Daisy Grewal cita los trabajos de dos psicólogos, Paul Piff y Dacher Keltner, que muestran que los súper ricos muestran comportamientos menos solidarios, menos compasivos, más egoístas y más propensos a saltarse las normas y reglas que las clases populares. Las clases populares han desarrollado unas culturas de solidaridad que se encuentran ausentes entre las élites ricas y súper ricas (Daisy Grewal, “How Wealth Reduces Compassion”, Scientific American, 10.04.12).
Una conclusión semejante se ha publicado por la Asociación para la Psicología Científica (Press Release, 08.02.12) en la que señala la cultura egocéntrica existente entre las personas de rentas superiores y su menor capacidad emotiva hacia otras personas con  necesidad de apoyo o solidaridad. La famosa frase de “nobleza obliga”, simplificando que los de arriba sienten la necesidad de cuidar de los otros no existe ya (en caso de que hubiera existido). Es cierto que personas muy ricas dan mecenazgo, pero son siempre las excepciones.


A resultados parecidos han llegado estudiosos de la cultura empresarial, como la famosa Bloomberg Newsletter. Así, tal revista publica los hallazgos del citado Paul Piff, de la Universidad de California, publicados también en la Academia de Ciencias de EEUU, que muestra como los ricos y súper ricos obedecen menos las leyes de tráfico y las normas de conducta aprobadas por la sociedad, son más egoístas y piensan menos en otras personas, son menos capaces de  expresar solidaridad o compasión y se saltan otros tipos de leyes con mayor frecuencia. Por cierto, tales comportamientos poco solidarios aparecen también con mayor frecuencia entre estudiantes de Economía y Empresariales en EEUU, los cuales indican que el egoísmo y egocentrismo son atributos favorables para la eficiencia económica, observación que ha motivado una demanda de cursos de ética y comportamiento cívico en las facultades de Economía.

Sería interesante que estudios y análisis de esta naturaleza se hicieran también en España, pero hasta ahora no se han hecho. Teniendo en cuenta el enorme fraude fiscal de los súper ricos y su continua oposición a reformas que facilitaran el bienestar social de la ciudadanía y muy en especial de las clases populares, es casi seguro que los súper ricos españoles están entre los menos solidarios y más incívicos entre los súper ricos de los países semejantes por el nivel de desarrollo económico a España.




Fuentes:
http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=how-wealth-reduces-compassion
http://www.vnavarro.org/?p=7634