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Camino hacia la depresión

Depresión, ansiedad, estrés... Los trastornos mentales aumentan de forma significativa como consecuencia de la crisis económica. El paro y los desahucios, o el miedo a caer en ellos, se han convertido en dos de las causas principales del empeoramiento de la salud mental de los españoles desde que se inició la Gran Recesión
 
 06:30  
Camino hacia la depresión
 Esta crisis no deja títere con cabeza y a su paso está arrasando la salud mental de los españoles.
Depresiones, ansiedad e incluso los suicidios se están disparando desde que comenzó la Gran Recesión.
La pérdida masiva de empleos, las prestaciones sociales que se agotan después de más de cuatro años de crisis, familias en las que ninguno de sus miembros tiene ya ingresos fijos, hijos que vuelven al hogar familiar tras haberse independizado, jóvenes bien formados que no encuentran trabajo ni de becarios, ancianos que tienen que ayudar con sus magras pensiones a que hijos y nietos puedan subsistir, la presión cada vez más insoportable de quienes trabajan y pende sobre ellos la amenaza del despido, los horarios cada vez más largos provocados por la reducción de personal, el recorte de salarios que deshace presupuestos familiares ya muy ajustados, los autónomos que ven cómo sus empresas se agotan por falta de clientes y de crédito, los comerciantes desesperados tras el mostrador porque muy poca gente entra a comprar, familias atenazadas por el pavor a que les desahucien de sus casas porque no pueden pagar la hipoteca... ¡Para qué seguir!

Todo un mundo se ha derrumbado casi de un día para otro. En poco menos de un lustro, la sociedad española ha pasado de la opulencia (no todos), de vivir por encima de sus posibilidades (no todo el mundo) con la impresión de que la espiral de crecimiento no se rompería nunca a una pérdida generalizada de riqueza, al agobio de quedarse sin empleo, sin ahorros e incluso sin casa, a la perspectiva cierta en algunos que nunca lo imaginaron de casi no tener qué comer y haber de recurrir a la caridad.

Médicos, sociólogos y psicólogos coinciden en que una de las consecuencias de toda esta desolación es el incremento de enfermedades como la depresión, la ansiedad o el estrés. Crece el consumo de ansiolíticos, de pastillas para combatir el insomnio. No es para menos, desde luego. La doctora en Sociología por la Universidad de Valencia, María Eugenia González, considera que ciertos trastornos mentales están directamente asociados con el nivel de ingresos de cada persona y basa su análisis en una encuesta correspondiente al primer semestre de 2010. Así, el 14 % de las personas cuyos ingresos están por debajo de 600 euros al mes padece depresión, mientras que un 12,2 % tiene ansiedad crónica. Sin embargo, sólo el 3,6 % de quienes ganan más de 3.600 euros mensuales ha caído en la depresión y un 5 %, en la ansiedad.

González precisa a continuación que las encuestas, tanto en España como en la Unión Europea, "muestran que hay una relación entre salud y trabajo". Así, "quienes tienen trabajo retribuido tienen mejor salud que los parados o las amas de casa". Y es que el paro "altera la visión que tiene uno de sí mismo y también las relaciones familiares y la convivencia". La pérdida de ingresos "es básica, porque merma la calidad de vida y acerca el peligro de exclusión social". Pero no todo es dinero, asegura esta socióloga especializada en temas de salud, porque perder el trabajo comporta también la pérdida de las relaciones laborales, el contacto con los compañeros de trabajo, con las personas con las que uno se interrelaciona a través de su empleo y ello puede desembocar en el "aislamiento social".

5 años, 4.000.000 de parados

Las magnitudes del desastre se pueden intuir observando la evolución del paro desde el inicio de la crisis. En septiembre de 2007, cuando ya había estallado el escándalo de las hipotecas basura, había en España dos millones de personas registradas en las oficinas de empleo. Justo cinco años más tarde esa cifra casi se había duplicado hasta alcanzar los 4,7 millones. Es decir, en un lustro, el número de españoles que se encuentra sin empleo ha aumentado en 2,7 millones. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos el viernes son más aterradores, porque en ese mismo período de tiempo se ha pasado de 1,7 a 5,7 millones de desempleados: cuatro millones más. Por tanto, teniendo en cuenta las valoraciones de la socióloga González y los datos anteriormente mencionados, no es de extrañar que los médicos de familia hayan detectado un incremento considerable en el número de pacientes con depresión y ansiedad desde que se iniciara la crisis.

El presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Carlos Fluxá, asegura no disponer de datos concretos de aumento de las consultas médicas por trastornos mentales, pero es rotundo al afirmar que estas se han incrementado de forma significativa desde el inicio de la recesión: "Ha empeorado el cuadro anímico. Hay más depresiones y estados de ansiedad. Existe una relación entre el estado anímico y el dolor: el umbral es más bajo, se tolera peor y, por tanto, es necesario medicarse más". Fluxá destaca el mayor consumo, sobre todo en mujeres, de pastillas contra la ansiedad y el insomnio. Asimismo, apunta otro efecto de la crisis: los enfermos son más reacios a pedir la baja laboral, "porque temen la posible bajada de salarios y una reacción negativa de la empresa". El presidente de la Sociedad de Medicina Familiar considera que el colectivo más castigado es el de las personas de entre 45 y 50 años "que van al paro y se quedan en tierra de nadie", con la incertidumbre de si volverán a encontrar un empleo dada su edad. Las personas mayores, que por razones obvias son quienes más acuden al médico de cabecera, «se estresan por los problemas de sus hijos o los suyos propios, la inseguridad que padecen por el aumento del coste de la vida y la merma en sus pensiones, y eso les provoca más insomnio y depresión», afirma Fluxá, quien apunta que a "los jóvenes, en su mayoría gente sana, los conocemos poco en atención primaria, así que no sabría decir si ha habido un aumento en las consultas". Donde sí se ha detectado es el colectivo de los autónomos con empresa propia, atenazados por la marcha decadente del negocio, la obligación de despedir trabajadores o la amenaza del cierre.

Roger Muñoz, coordinador de Psicólogos por la Salud Mental Pública, un grupo organizado por el Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana para analizar el impacto de estos problemas en la sociedad, asegura que el incremento de los trastornos mentales durante esta crisis obedece fundamentalmente a la "pérdida de los pilares de estabilidad del sujeto", es decir, el trabajo y la vivienda. Y es que "el trabajo ha sido siempre una fuente de salud cuando se desarrolla dentro de la normalidad y con unos mínimos de calidad". Muñoz señala que las ventas de ansiolíticos y antidepresivos se han triplicado desde el inicio de la crisis „en 2010, cuando aún no había llegado lo peor de la recesión, los farmacéuticos cifraban el incremento en un 10 %„ y denuncia que la precariedad del sector público está provocando que en España el tratamiento a estos enfermos se haga mayoritariamente a través de medicamentos: "Entre el 40 % y el 60 % de las consultas de los médicos de atención primaria es por salud mental, pero, como tienen poco tiempo para atender a cada paciente, la solución es dar fármacos, un consumo que podría reducirse si se derivaran a psicólogos públicos". Pero en España solo hay 4,3 psicólogos por cada 100.000 habitantes, frente a los 51 de Alemania o los 23 de Ecuador.

De esta dinámica lo que se deduce es un posible problema de adicción: "Los ansiolíticos deberían tomarse solo entre uno o dos meses, pero hay gente, sobre todo mujeres, que llevan años consumiéndolos". Muñoz asegura que no se ha detectado un aumento durante la crisis de personas que admiten tener un problema con las pastillas, pero "porque no asumen que tienen un problema psicológico y, como se las receta el médico, no reconocen la adicción". El consumo que ha aumentado de forma considerable en los últimos años ha sido el de alcohol: "Las unidades de conductas adictivas de la sanidad pública están saturadas por parados que han elevado su ingesta de alcohol y, en menor medida, de otras sustancias". Los principales pacientes son los hombres.
Pastillas y bebida. Dos formas diferentes de afrontar los problemas. También son distintos los motivos que inducen al trastorno mental a hombres y mujeres. Roger Muñoz asegura que son las féminas de mediana edad las que caen en mayor número en la ansiedad o la depresión: "Tienen más desigualdad laboral y de derechos y una mayor sobrecarga. Además, son las figuras cuidadoras de los hijos y los ancianos, del núcleo familiar, y sufren un estrés mayor". Los hombres de mediana edad son el otro colectivo que más padece los citados trastornos, pero en su caso el sufrimiento les llega porque se han quedado sin trabajo, "se sienten inservibles, ya que su rol es el de llevar el sustento a la familia". De alguna manera, podría decirse que a muchas mujeres las estresa la crisis porque aumenta sus responsabilidades y cargas y a los hombres, precisamente por lo contrario.

Muñoz considera que los más jóvenes son otro de los colectivos más castigados por la crisis, como pone de manifiesto el hecho de que casi la mitad de ellos se encuentre en el paro y sin expectativas de destino. Por ello, tienden a emigrar, pero, según Muñoz, es el grupo social entre el que menos se detecta aumento de trastornos "por la forma de vida española; somos más sociales" y porque, pese a todo, la juventud siempre tendrá más futuro que los ancianos. Una mayoría de estos, en lugar de pasar plácidamente sus últimos años, se han visto golpeados por una crisis implacable: "Al margen de su aislamiento social, están padeciendo una sobrecarga familiar [algunos incluso han abandonado las residencias donde vivían para irse con hijos en apuros a los que aportan parte de su pensión], y cada vez tienen menor poder adquisitivo con la subida del IVA y el copago sanitario".

artículo original

Entrevista a Francisco Gázquez en "Piensa es gratis"


1. La felicidad es… disfrutar de una mirada, agradecer una sonrisa, observar la lluvia en el cristal o el sol al amanecer.

2. ¿Qué es lo mejor que puedo aportar a los demás? El respeto, el buen humor y el entusiasmo.
3. Lo que más respeto La confianza, la sinceridad, los corazones sanos.

4. Lo que más me indigna La injusticia.

5. ¿Qué significa para mí el pasado? Aprender.

6. ¿Y el futuro? Seguir aprendiendo.

7. Mi principal virtud La paciencia.

8. Mi principal defecto Tomarme las cosas a veces demasiado en serio.

9. ¿Mi gran sueño? Vivir bajo el sol, junto a los míos, escribir y navegar por el Mediterráneo.

10. ¿Mi objetivo vital? Contribuir a que el mundo sea un lugar más agradable donde vivir.

11. ¿Mi objetivo profesional? Inspirar a las personas para que tomen las riendas de su vida y se arriesguen a vivir plenamente.

12. Mi personaje más admirado: Kung-fu panda.

13. Mi libro, mi canción y mi película: El principito, Entre dos aguas de Paco de Lucia y Matrix.

14. Mi lugar inspirador: La montaña de Cura en Mallorca.

15. ¿De dónde aprendo? De todos, pero especialmente de los más pequeños.

16. ¿Qué aprendí de mis errores? Que en la vida no hay decisiones buenas o malas, solo decisiones.

17. ¿A qué le temo? A que se me pase el arroz cuando preparo la paella.

18. ¿Cuánto tiempo al día dedico a pensar en mi mismo? Probablemente demasiado poco.

19. ¿Por qué los demás deberían creer en mí? No es necesario que crean en mi, yo creo en ellos y eso me basta.

20. La suerte es… Despertarse por la mañana y descubrir que uno está vivo.

21. La vida es… Una aventura.

22. ¿Qué harías si hoy fuese tu último día? Creo que me iría a dormir temprano para emprender el viaje bien descansado


Entrevista original completa

Presentación del libro "El despertar a la vida"


La atención plena como camino de armonización


Mindfulness, práctica meditativa que promueve la presencia total en lo que nos sucede, disminuye el estrés y ayuda a desarrollar un rol activo en el cuidado de la salud.





Mindfulness, traducido como atención plena o mente plena, es un tipo de atención intencional, totalizadora, momento a momento y sin juzgar (Kabat-Zinn, 2000).

Esta forma de estar presentes, conscientes, de todo aquello que nos ocurre, nos facilita estar más conectados con las experiencias que nos tocan vivir, más allá de si son agradables o desagradables, podemos controlarlas o no.

Mindfulness es utilizado como un entrenamiento integral mente-cuerpo que incorpora la apertura de los sentidos y la intercepción, movimientos suaves de yoga y las llamadas meditaciones formales (prácticas personales donde se practica la autoobservación, la paciencia y la aceptación de los distintos fenómenos que aparecen en la experiencia del meditador) y meditaciones informales (atención plena a distintas situaciones cotidianas como el bañarse, comer, caminar, etc).

Como entrenamiento, requiere una práctica sostenida de al menos 8 semanas (los cambios que se registran en el cerebro parecen estar asociados a este período de tiempo) y un compromiso con la asunción de lo que llamamos “un rol activo” en el cuidado de la salud.


Más empatía

Dentro de los beneficios reconocidos de Mindfulness encontramos la percepción menos reactiva del dolor severo, la habilidad para incrementar la tolerancia al dolor o al sufrimiento, la disminución del estrés, ansiedad y estados depresivos. Esta práctica mejora la adherencia a los tratamientos médicos o psicológicos, desarrolla la empatía, la paciencia y la autoobservación. Puede generar motivación para realizar cambios en la calidad de vida a través de una conexión social mayor y enriquecimiento de los vínculos. Además, se están investigando sus efectos positivos sobre el sistema inmunológico, en el sistema nervioso y en la función endócrina.

Desde sus inicios, miles de personas han practicado Mindfulness y han recibido los beneficios de este método integral, inclusive en ámbitos como el empresarial, el deportivo y las cárceles. En un mundo en el cual se está desarrollando una conciencia más amplia y comprometida con la vida, la salud y el medio ambiente, la conciencia “mindful” o plenamente atenta tiene un lugar destacado y constituye el aporte más extraordinario que cada uno de nosotros puede brindar a la sociedad.


fuente original

Conciencia plena

 
Después de diez años de aprendizaje, Tenno alcanzó el rango de profesor de Zen. Un día lluvioso, fue a visitar al famoso maestro Nan-in. Cuando entró, el maestro lo saludó con una pregunta,
 
- ¿Dejaste tus zuecos de madera y paraguas en el pórtico?
 
-Sí - contestó Tenno.

-Díme -continuó el maestro - ¿colocaste el paraguas a la izquierda de tus zapatos, o a la derecha?
 
Tenno no supo la respuesta, y se dio cuenta que todavía no había logrado tener conciencia plena. Así que se convirtió en aprendiz de Nan-in y estudió con él diez años más.

Intervención sobre los niveles de burnout y resiliencia en docentes de educación secundaria a través de un programa de conciencia plena (mindfulness)

En este estudio se analizan los efectos que un programa de meditación para el entrenamiento y desarrollo de la conciencia plena (mindfulness), puede tener sobre los niveles de burnout y de resiliencia en un grupo de docentes de educación secundaria.

Para ello, se contó con la participación de un grupo experimental que recibió dicha intervención en conciencia plena, y un grupo control que no fue sometido a dicha intervención, realizándose en ambos grupos tres medidas de las respectivas variables (pretest-postest-seguimiento).

Los análisis estadísticos realizados muestran la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre el grupo experimental y el grupo control en las variables estudiadas una vez finalizado el programa de intervención.

Concretamente, se obtuvo una reducción significativa en el grupo experimental respecto al grupo control en sus niveles de burnout, así como un incremento significativo en las puntuaciones de resiliencia. Dichas diferencias se mantuvieron cuatro meses después de finalizada la intervención.

Leer artículo original completo

La buena noticia del Alzheimer se llama Mindfulness

El siguiente texto es una adaptación y traducción de un artículo original publicado en Huffington Post. Cuando en los contenidos que aparezcan a continuación usted lea referencias a la primera persona del singular (Yo, mio, mí, etc)  lo estará haciendo al autor original (Margarite Monteau-Rao) del texto y no al traductor (Martín Gamaliel Rodríguez).

El interesado en saltear la barrera del idioma y leer el texto original, por favor dirígase al siguiente enlace:

La buena noticia del Alzheimer se llama Mindfulness

 


"Un anciano que se muere,
es como una bliblioteca que se quema"

Proverbio africano
Antiguamente asociaba Alzheimer con una mala noticia
Mi madre comenzó a mostrar signos de deterioro mental hace siete años.
Ella, se las arregló bastante bien para vivir sola por al menos seis años más. Esa situación discontinuó cuando su seguridad se convirtió en un verdadero problema.
Mi hermano y yo, nos las arreglamos para convencerla de que entre a un centro de asistencia cercano. De más está decir,  que esos seis años fueron difíciles para todos nosotros. El miedo, la impotencia, la frustración, el dolor, se convirtieron en nuestros compañeros inseparables, ya que cada día, el alzheimer, parecía arrastrarla más abajo en la  espiral de locura.

Hoy me tomo las cosas de manera diferente

Desde ya, nada cambió en el desenlace ni en el devenir de la enfermedad de mi madre, dado que aun, cada momento de su vida, es una lucha y requiere de mucho esfuerzo y sus lapsos de memoria son cada vez más penetrantes.
Pero como dice el título de éste artículo, hay una buena noticia.
La buena noticia, en éste caso, proviene de mí, y la forma en que he sido capaz de experimentar de manera diferente, y convertirme en una presencia sanadora para mi madre, y para conmigo misma.



La buena noticia se puede resumir en una palabra: Mindfulness

Debido a tormentosos momentos, y pasando por fuertes penares, retomé la práctica de Mindfulness (atención plena) que había abandonado hacía al menos un año atrás. Mediante la práctica diligente, en el cultivo de la atención plena (Mindfulness) tuve la posibilidad de des-identificarme con mis pensamientos. A su vez, he aprendido a aceptar  toda la realidad del momento presente, ya sea agradable o desagradable. Aprendí a tomar distancia de mi sufrimiento y el de los demás, logrando ecuanimidad. Empecé a apreciar la naturaleza transitoria de la vida, en su natural devenir sin reaccionar, cuando ésta sube y cuanto ésta baja. Aprendí, también,  a ver la naturaleza del yo como algo que fluye, y su dependencia de las experiencias externas.
Mediante el  uso de este nuevo paradigma, brindado por la práctica de la atención plena, pude recibir  las llamadas telefónicas diarias de mi madre. Antiguamente, esa situación me estresaba mucho y me hacía colapsar. Ahora, ya no sólo soy  una cuidadora de una paciente con Alzheimer, pues me he convertido en  una destinataria de  la sabiduría y del  amor de mi madre.
Lo mismo ha estado ocurriendo durante mis encuentros semanales con los antiguos residentes de un  Hospicio Zen, en la que muchos de ellos padecen algún tipo de  demencia. En éste punto, he llegado a comprender que las seres humanos con Alzheimer tienen mucho que ofrecernos en cuanto a la inteligencia del corazón.

 
Lo que podemos aprender de los pacientes con Alzheimer:

Dejar de lado nuestra ansiedad sobre el futuro
Vivir en el momento presente
Amor sin la mancha del apego
A ser real
A jugar y reír
A no traer los resentimientos del pasado al presente
Ser espontáneo,
A no identificarnos  tanto con nuestros pensamientos
A no preocuparnos por cosas innecesarias
Abrir nuestros corazones,
Reducir la velocidad y el ajetreo
A ser agradecido por las cosas pequeñas
A ser personas más justas
A  liberarnos de los juicios y opiniones externas
y, a aventurarse en el campo claro del espíritu.

                             

Más allá de la enseñanza Mindfulness del Alzheimer
Por supuesto, surgen muchas preguntas en éste proceso de sanación.
Desde cómo capacitarnos para
emprender y realizar  este cambio, de ser un cuidador que sólo presta un servicio asistencial a un enfermo, hasta cómo lograr ser un buen amigo involucrado en un intercambio justo, solidario y sostenible con la persona que padece Alzheimer.

Para conseguir mis respuestas, he ido a practicar al Hospicio Zen.  En el hospicio, nos enseñaron a practicar la atención compasiva y por su parte, ha hecho de la atención plena (Mindfulness)  la piedra angular de las capacitaciones para el cuidado de pacientes con Alzheimer y otras enfermedades.
En el hospicio, empezamos cada turno con una meditación sentada, seguido de una reflexión grupal. Se nos enseña a sentarnos al lado de la cama del paciente. Aprendemos a  respirar y escuchar activamente con todos los sentidos, considerando no sólo nuestra realidad, si no también la realidad de la otra persona.
Nuestra interacción con cada residente se convierte en otra meditación Mindfulness de atención plena, que nos posibilita ser personas más íntegras.
Al final, nos sentamos juntos y compartimos nuestras experiencias de  transición.
También nos sentimos alentados a pasar un tiempo sin  hacer nada después de salir del hospicio, a modo de regresar a nuestras vidas diarias en forma tranquila.
Estas actividades, que son un montón de prácticas de atención plena, se enseñen en el hospicio  por dos razones principales. Primero porque en el proceso de ayudar y comprender a los otros, se genera en nosotros mismos una gran alegría, y en segundo lugar,  porque  los residentes sienten mucho al  amor (vale aclarar, que los pacientes con Alzheimer, en un contexto Mindfulness, responden con amor a su medio ambiente. Situación, que a lo mejor  no suceda cuando el contexto no sea Mindful y sin compasión).


Este concepto es apoyado por Allan Power, en su libro “Dementia Beyond Drugs'”:
Hay dos claves para ayudar a los cuidadores y acompañantes terapéuticos, para que éstos, puedan morar en  un enfoque positivo en relación a  sus interacciones diarias con éstos pacientes. La primera es crear un sistema de apoyo fuerte para todos los que trabajan en un entorno determinado. La segunda clave, es desarrollar para cada persona (caso por caso) un proceso que ayuda a  él o ella, lograr un estado de profundo equilibrio personal, centrado en la naturaleza de la  mente, para qu el cuidador pueda auto-sanarse, en los difíciles momentos en que las cosas se tornan  frenéticas.
Para conseguir estos objetivos,  hay varios métodos de la meditación con especial atención a la respiración profunda como también los ejercicios de  bio-retro-alimentación.
En resumen, el elemento esencial es la atención plena (Mindfulness), la capacidad de existir en el momento presente  y de atender a los sentimientos en  una forma ecuánime e imparcial.
"


Algunas observaciones críticas al modelo MBSR

Alzheimer visto por MRI
Parece que en la mayoría de los programas de entrenamiento Mindfulness,  en la actualidad para  generar acompañantes terapéuticos y cuidadores de pacientes con algún tipo de deterioro cognitivo,  se basan en los programas y modelos  básicos de MBSR, desarrollados primeramente por el Dr.  Jon Kabat-Zinn (MBSR =Mindfulness-Based Stress Reduction).
Las características o puntos importantes aquí para señalar, hacen reflexionar en una insuficiencia del modelo MBSR para acompañantes terapéuticos. Estas faltas son, en primer lugar, que la efectividad Mindfulness, requiere de un compromiso sustancial de tiempo estándar de 8 semanas. Esta cantidad de tiempo,  puede ser una fuente adicional de estrés para los cuidadores, ya que para éstos,  el tiempo es un recurso muy valioso; cuando no escaso.
En segundo lugar, el plan de estudios MBSR no incorpora los datos de la relación de cuidado especializado a pacientes con Alzheimer.
Me gustaría sugerir un modelo híbrido de la formación que combina elementos de MBSR, modelo Hospicio Zen de cuidado compasivo, y un enfoque Eden William Thomas para ancianos y cuidado de la demencia
.
Y de hecho, me parece que este modelo de acompañamiento y formación compasiva, está presta a ser creada.



Conclusiones

No hay necesidad de esperar a que las compañías farmacéuticas, nos brinden sus curas milagrosas. No hay necesidad de esperar a que el sistema de atención institucional realice los cambios que necesitamos, pasando de un frívolo sistema de salud, a un enfoque basado en la compasión y en el cultivo de nuestras potencialidades sanadoras humanas, podemos -aquí y ahora- hacer un cambio.
Tú y yo podemos empezar a hacer una gran diferencia en este momento cambiando la forma en que estamos con nosotros mismos, y la forma en que estamos con todos aquellos que necesitan de nuestra atención.  Opino que para tomar consciencia y comprender nuestra interdependencia, la práctica de la atención plena (Mindfulness),  aquí y ahora, tiene mucho para enseñarnos.
Finalmente, me despido  cantando una de los  Rolling Stones:

You can't always get what you want,
but if you try sometimes well,
you might find you get what you need
.”

No siempre se puede conseguir lo que quieres,
pero si te esfuerzas correctamente,
podrás encontrar  lo que necesitas
.”

fuente